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¿Gritarías?… (by @vdelatico_autor)
Era un día cualquiera, pero con una pequeña peculiaridad: para llegar al juicio, tenía que recorrer doscientos kilómetros. Esta vez, un empresario había tenido la «genial» idea de despedir a una mujer al día siguiente de que esta le hubiera comunicado que estaba embarazada. «No aprenderán nunca. Maldita gente sin escrúpulos», se dijo a sí mismo cuando Flor lo informó de la noticia en su despacho. Flor era una mujer joven y muy bella. Pelo largo, castaño y ojos de color miel. —Buenos días, señor —lo saludó al entrar al despacho minimalista donde trabajaba Albert. Por alguna extraña razón, la cara larga hasta los pies, el estado de nervios y…
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Una noche especial… (by @Poetika_os)
Me lleva a cenar a una terraza con velas. Charlamos de cosas banales, bebemos vino y compartimos el postre entre risas y miradas cómplices. Pero la noche tiene ese aroma de las ocasiones especiales, flota en el ambiente algo que nos hace terminar la cena rápido. Ambos lo sentimos y queremos irnos. Al llegar al coche, saca del bolsillo la llave y me la da. –Conduce tú, llévame a casa… Y sabe que me muero de amor. Me pongo al volante y conduzco su cabrio con una sonrisa enorme mientras él me mira con intensidad. Algo pasa esta noche, no sé describirlo, pero nos envuelve y nos lleva. Llegamos, me…
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La Chica de la Ventana… (by @Poetika_os)
Vivía a escasos metros de mí, en el bloque de enfrente. Soy tan dada a la ensoñación que cada tarde fantaseaba viéndolo en su escritorio rodeado de apuntes. Hacía meses que pasaba la tarde sentada en mi ventana viéndole estudiar, él se había convertido en mi programa favorito. Conocía su rutina casi tanto como la mía propia. Después de comer estudiaba un rato, mordisqueaba el boli mientras repasaba, debía ser opositor. Yo deseaba entonces morderle el cuello desde detrás, que me prestara atención a mí, que memorizara mi cuerpo y no el temario. A última hora de la tarde se levantaba para ir a la ducha, yo imaginaba entonces que…
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Nuestro pequeño mundo…(by @GossipGirl1004)
Ahí estábamos en nuestro mundo, donde el tiempo se paraba y nada importaba. En el coche. Vale, sé que no era el sitio más cómodo del mundo pero se había convertido en mi espacio favorito. Yo habla de todo y de nada y él me escuchaba y sonreía. Con la excusa del frio le cogí las manos. Esta vez tenia que ser él y esperaba que no tardara por la cantidad de veces que me había mirado la boca ya. Por fin soltó: – Es que tengo que hacerlo ya. Y se me echó encima. Sus labios pegados a los míos y mi cabeza contra el asiento. Su calor y…
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TIEMPO PARADO… (by de Luis Ángel Serrano @DEKINGLS)
Hacía frío. Volvían de la ciudad llena de luz al hotel tranquilo y silencioso. Día de risas y charlas eternas. Sólos los dos. No necesitaban más. Tras unos momentos de besos y miradas como si fuera la primera vez, ella se quitó la blusa y quedó en sujetador. Habían pasado tantas cosas hasta estar allí. Besos lentos. El cuello de ella un lugar donde parar el tiempo y excitarla lentamente. Beso, humedad, mordisco, soplar. Sexo húmedo. Sin prisa, aunque su mirada ya la tenía. Sujetador en la cara. Risas. Él la término de desnudar. Desnuda. De espaldas. Ella bajó la cabeza. Latía a mil. No quería que esa noche acabara.…
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Perdida en tus brazos… (by de #bomberoindomito)
Llegas y apenas atravesar la puerta de casa, sin más tiempo que el de soltar tu maleta, desnudarte y darte una ducha, ya me dejabas claro que venía a continuación. Sin pensarlo, me desnudo y te acompaño. Salgo y te dejo que acabes mientras voy a la habitación a esperarte… Apareces junto a la puerta y ya empiezas a comerme sin apenas dejarme respirar, tú y tus ganas de mí, yo y mi manía de desearte tan en secreto como si de un pecado carnal se tratara. Mientras lo haces no apartas tu mirada de la mía, puedo ver en tus ojos ese deseo de hacerme tuya, salvajemente tuya… Te…
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La Cita (relato de @vidtei)
Te esperaba frente al cine cuando te ví aparecer con ese vestido por la rodilla. Me diste un beso en la mejilla pero el otro rozó mis labios y susurraste a mi oído. — Llevo toda la semana esperando a que llegase este momento. Nos sentamos en la terraza de un bar, la sesión aún tardaría en empezar, hablamos, nos miramos el uno al otro con muchísima complicidad, notando el deseo mutuo. — No respondo de lo que pueda pasar ahí dentro, estás preciosa y sabes que me vuelves loco. — No quiero que te contengas, soy tuya y lo sabes — dice con esa sonrisa de diablilla que hace…